CÓMO HACER UN CAMBIO EN MI VIDA… Y SALIR ILESO

Los cambios se gestan en el hartazgo… si , lo sé , es curioso, pero parece ser que el hastío es el mejor promotor del movimiento. Nadie cambia su vida cuando se siente cómodo o descansa en una incomodidad cómoda… es cuando la comodidad sufre un colapso o la incomodidad se vuelve asfixiante cuando nos pellizca el culo para salir en búsqueda de nuevos horizontes y nos comprometemos con el proceso de abrir camino en la incertidumbre (palabreja que da urticaria al cerebro pero contiene todo el poder de la mágia). Así es como emprendemos el viaje a lo desconocido, volviéndonos oficialmente surferos de la vida.

Si has llegado aquí , será porqué tu vida está en tránsito hacia lo desconocido o está cogiendo carrerilla para dar el brinco. Estás en el lugar correcto.

¡CONTENIDO!

(tiempo de lectura: 15 minutos)

1.COMO EMPIEZA UN CAMBIO DE VIDA

Un cambio empieza por el simple deseo de querer cambiar algo en tu vida que se siente estancado, monótono, previsible… que ya no cumple con una función de crecimiento.

En el momento que se gesta esa idea dentro de la sala de máquinas del pensamiento, se activó el mecanismo de reconstrucción de la realidad, se puso en marcha el desarrollo de una semilla imparable que está destinada a desenvolverse y colonizarlo todo. Creedme que el deseo del cambio, aunque parezca una idea inofensiva , tiene un potencial enorme y va a ir haciéndose más y más gorda hasta conseguir la inercia necesaria para explotar y movilizar toda tu vida.

Los cambios se inician en la cabeza como deseos. Son anhelos dónde se arraiga la esperanza de encontrar aquello que tu corazón verdaderamente quiere. Un deseo de cambio es un deseo encubierto de alegría, de felicidad, de aire fresco, por eso están tan estimulados con proyecciones de felicidad, porqué necesitan combustible para arrancarte de dónde te has clavado, y se merecen probar suerte en la vida. Y os puedo asegurar que el 85% de cambios hechos desde el corazón son favorables. El otro 15% son aprendizajes a integrar o situaciones atraídas por el miedo.

Así como el gran promotor del cambio es el anhelo de felicidad, el gran freno del cambio es el miedo.

El miedo intenta apagar el fuego incendiario de la idea de cambio para mantenerte dentro de lo organizado ( que para la mente resulta previsible y por lo tanto fácil de gestionar) y protegerte de todo lo terrible que te puede esperar en la aventura de lo inesperado. El miedo juega a las proyecciones, y te mantiene cautivo en tu hábitat tal como las sombras mantenían inmóviles i atemorizados a los alegóricos de las cavernas de Platón. Hay más de terrible en tu cabeza que en el ahí fuera , y una gran parte de la culpa de que te aterroricen los horizontes lejanos la tienen los contenidos audiovisuales que consumimos y la cultura del miedo que nos alimenta. El “ahí fuera” es más de benévolo y mágico de lo que te puedas llegar a imaginar.

Es por este motivo que si te enfrentas a una situación de cambio se vuelve INDISPENSABLE preservar un hábitat mental esperanzador y desterrar formatos que contagien desconfianza y miedo.

Y eso quiere decir exiliar los noticieros con sus catástrofes, las series policíacas con sus crímenes, los dramas….ELEGIR VOLUNTARIAMENTE NO ALIMENTAR LA FANTASÍA DE MIEDO para dar fuerza y energía a la cara esperanzadora y ilusionante de la vida. Y OS ASEGURO QUE SIENTA DE MARAVILLA. Porque dejas de inyectarte miedos que están sobredimensionados, otros que en su mayoría ni existen y muchos que vienen de la imaginación de otros. Sino piensa: ¿Qué quieres alimentar? ¿ Los miedos o las ilusiones? Por una simple cuestión de dar fuerza al optimismo y no la desesperanza es más sabio elegir lo bonito .

Pero antes de adentrarnos en el papel que juega el miedo cómo acto preventivo, veamos los ingredientes que se dan para la receta del cambio.

2. INDICADORES QUE NECESITAS UN CAMBIO

  • Las cosas no te fluyen.
  • Coleccionas todas las emociones relacionadas con el hastío, la desmotivación y hasta depresión.
  • La vida está de color gris.
  • De lunes a medio viernes experimentas un bajón.
  • Estás más iracundo que de costumbre.
  • Ya has intentado poner remedios, hacer actividades, apuntarte a grupos, y nada parece funcionar.
  • No te quedan ganas para seguir lidiando con los quebraderos de cabeza del trabajo. El trabajo te parece un enorme quebradero de cabeza.
  • Te levantas por la mañana y no te sale para nada sentir que la vida es una bendición.
  • Te sientes atraído por películas de aventuras y vidas al estilo ” Emily en Paris” que alimenten la ensoñación y la esperanza.
  • Todo te parece un día de de la marmota en bucle asfixiante.
  • Pareces atraer más experiencias de mierda.
  • Ves un paisaje de un lugar lejano y solo piensas en cómo molaría estar ahí.
  • Los lugares de siempre te hacen sentir encarcelado y no hay movilización de energía.
  • ¿Sigo? o hasta aquí te resuena?

3. ROMPER CON TODO

Los cambios se materializan cuando se alinea el deseo con la intención y se emprende una acción en línea con la idea de renovación. Y esta acción viene mediante una decisión drástica que suele estar fuera del terreno del sentido común. Es un acto de rebelión, que generalmente tira abajo estructuras que la sociedad valora para ir a por lo que el corazón grita. En ese proceso hace falta mucha valentía, porqué te van a considerar un kamikaze de la vida.

En mi caso todo empezó cuando decidí poner un punto y aparte al trabajo estable medianamente bien remunerado, a la rutina previsible, a la seguridad laboral y económica… bueno, como os podéis imaginar es un acto consciente muy inconsciente. Imaginaros de entrada la inquietud y desconcierto entre los familiares y tu yo más soviético….

“TIENES QUE TRABAJAAAAAAR”

“¿CÓMO PIENSAS GANARTE LA VIDA???”

“CÓMO VAS A PAGAR EL ALQUILER, LOS RECIBOS???” …

“¿QUIÉN SERÁS SI NO TIENES TRABAJO??”…

Y así con muchas más preguntas, banda sonora de Poltergeist incluida.

¿ Cómo lo hice para hacer frente a esto?

Pues con fuerza bruta. Tirándome a la piscina. Sin darle ya más vueltas. A lo kamikaze.

Ojo, LA DECISIÓN NO VINO A LA LIGERA la tomé después de llevar mucho tiempo en una espiral de desmotivación y apatía vital de la que no sabía bien cómo salir y sin mucha claridad de cómo iba a lograr encaminarme hacia mis objetivos. Hasta ese momento había antepuesto lo práctico a lo deseado, no me había atrevido a priorizar la felicidad como objetivo de vida. Y sé que sé que establecer esta base se hace bastante difícil por el vínculo acaecido con las obligaciones de realizar un servicio útil y económicamente recompensado dentro de la sociedad. Es por ello que se requiere de mucha FE: en ti mismo, en un futuro prometedor y en los sueños.

4. EXPERIENCIA PERSONAL

Ya hemos visto que las “obligaciones” son las cadenas que más nos esclavizan ante la idea de cambio. En mi caso , ya había procurado encajar en el sistema de vida trabajador-empresa, procurado hacerme sitio entre el reconocimiento social, había buscado la estabilidad en cada rincón, y la evasión de la insatisfacción en cada actividad. Y ya había comprendido que detrás de ninguna de ellas estaba la sensación de dicha o plenitud que te invaden cuando haces aquello con lo que te sientes realizado.

Cuando ese camino me pesó de forma insoportable, tropecé con la desesperanza y caí en la conclusión de que esa situación de vida pedía un reajuste. No puede ser buena una circunstancia de vida en la que las obligaciones te pesan como un peñasco y se te genera sensaciones de malestar y esclavitud. No puede ser bueno un compromiso que te hace perder tu BRILLO, TU PERSONALIDAD, TU ESENCIA, TU TIEMPO Y EL PELO (literalmente, se me caía el pelo a puñados) y cuando suena despertador envidias profundamente la vida plácida de tu mascota. Ya ni me motivaba que el día 30 de cada mes aparecieran numeritos en mi cuenta corriente.

Sólo cuando ya no me quedaba nada más que probar, cuando había intentado sin éxito muchos de los pasos que nos han dicho que son los correctos, es cuando llegó el gran SALTO. Tocaba reconocer que ya no había nada que pudiera tapar la sensación de vacío que no encontraba consuelo y que, si existía el HAMBRE DE SENTIDO, por fuerza debía existir el alimento que alimentara esa sensación, y correspondía salir a encontrarlo. Que si, que tal y como existe la sensación de desasosiego, debía existir una situación dónde se me generara la sensación de motivación . Nada existe sin la fuerza equivalente y opuesta, ya lo decía Newton en su tercera ley de acción-reacción, y si lo decía Newton, yo me fío.

Por lo tanto, ante la encrucijada del cambio debes decidir entre el valor de arriesgarte y demoler las estructuras de tu vida para confrontarte a la incertidumbre o, por lo contrario, conformarte con una realidad de una vida insatisfactoria y aprender a vivir con ella. No hay garantías en ninguna de las dos decisiones. La decisión es la semilla que contiene el potencial del cambio.

Como la opción de conformarme ya no era una viable para mi, me decanté por CREER EN QUE EL CAMBIO QUE IBA A EMPRENDER IBA A LLEVARME A LA OPORTUNIDAD DE LOS DESTINOS DESEADOS.

Definitivamente debía encontrar LO QUE SI ME HICERA FELIZ.

Y así, de un golpe, después de un acto heroico, presenté mi dimisión y di por finalizado mis años de trabajo estable , con contrato indefinido, en una empresa familiar etc etc. Hace falta tenerlos muy grandes para hacerlo. Bienvenidos a los cambios.

4.¿Porqué cuestan los cambios?

Nos cuestan porqué el piloto de nuestra mente nos dirige en automático a seguir los convenios sociales. Los cambios no cuestan únicamente por lo de la “zona de confort” , cuestan por algo mucho más profundo, que son las creencias sobre lo que crees que debes hacer, sobre quién crees que debes ser.

Después de dar el paso, después del éxtasis del atrevimiento y la rebelión, de romper papeles y tirar carpetas en la hoguera de San Juan, tengo que advertirte que lo más exigente del cambio va a ser el entrenamiento de hacerte frente a ti mismo. En el cambio te vas a confrontar con toda la organización jerarquizada de creencias que te mantenían en esa situación y que por lo tanto van a hacer activar las alarmas del miedo.

¿Por qué nos sucede eso?

Pues porqué lo que consideramos tu “ti mismo” es un programa de la mente aprendido mayoritariamente para ser gustados y integrados por la sociedad. Y la sociedad está diseñada para contribuir a un sistema de orden y productividad. No digo que sea ni bueno ni malo, solo que en esta jerarquía hemos aprendido mucho del entorno, de lo que se aprueba y se valora, y muy poco de nosotros mismos, APRENDIMOS MUCHO DE LÓGICA MUY POCO SOBRE SEGUIR NUESTRO CORAZÓN.

Para entender el circuito de la mente debemos ver cómo esta procesa. Lo que crees ser tu , lo que crees ser tu mismo es tu mente pensando pensamientos generacionales, sociales, estableciendo diálogos entre expectativas exteriores, pulsiones interiores desarrolladas de experiencias frustradas filtradas por el miedo y por lo que otros dicen. Un buen combinado de filtros de precaución.

Sumándole que nos educan para ser piezas contributivas de una sociedad donde el capital es el motor que impulsa el engranaje de nuestros sistemas de vida, donde se valora el mundo material y el status de forma exagerada y consecuentemente hipotecamos nuestro tiempo para conseguir dinero y reconocimiento externo, al coste de intercambiar nuestra vida, cuerpo y energía a corporaciones que nos ven como recursos humanos ( fíjate que solo la combinación de palabras suena fea fea).

Por contrapartida, cuando haces labores de tierra, creativas, artísticas, cuando decides salir a investigar tu camino, inviertes en nutrir tu experiencia sobre el mundo (viajar) o cuando cuidas lo que realmente te importa como tus hijos o tus abuelos… eres desprovisto del título de menciones honoríficas al reconocimiento social.

Es normal que en estos desequilibrios nos cueste tantísimo hacer silencio para percibirnos mejor. Hay un entramado de narrativas que nos impide llegar a nuestro SER.

Aquí es donde reside el mayor obstáculo ante el atrevimiento: las voces sociales. Pero hay un antídoto fabuloso que hay que practicar y aprender a usar, y es ESCUCHAR AL CORAZÓN.

Aunque nos hemos distanciado bastante de la sabiduría de nuestro motor emocional, nos cuesta saber cómo usarlo, cómo sentirlo… y es precisamente esta brújula magnética la que se siente atraída por los destinos sincronizados con nuestros anhelos, y la que nos guía mejor que cualquier PENSAMIENTO. Aprendimos a dar mucho crédito a lo de fuera para asegurarnos mayores probabilidades de supervivencia, pero en la persecución de esta integración con lo de fuera, anteponemos la mente y lo racional desterrando la sabiduría del alma, cuando es el corazón sabe las respuestas de todo lo relativo a la emocionalidad, es decir, todo lo relativo con aquello que va a hacerte feliz.

La mente es genial para poner en práctica los rumbos del corazón. Pero cuando es la mente la que guía , seguido terminamos en bancarrotas emocionales.

6. SALIR ILESO DEL CAMBIO: ESCUCHAR AL CORAZÓN.

El REMEDIO PARA SALIR ILESO DE LOS CAMBIOS ES SEGUIR LOS RUMBOS DEL CORAZÓN. Hacer lo que el corazón anhela, lo que verdaderamente SIENTES QUE QUIERES HACER.

Si ya me conocéis sabéis que si no lo vivo, no lo cuento, así que os digo esto es con plena convicción y conocimiento. Me he arriesgado suficientes veces como para conocer DE PRIMERA MANO los TERRENOS DE LO IMPREVISIBLE, así que para los que estéis buscando un poco de elixir motivacional, más adelante os dejo enlaces a otros posts para que lo podáis ver por vosotros mismos.

Soy plenamente consciente que vivimos de una forma que complica conectar con los deseos álmicos , principalmente porqué existe exigencia y urgencia en cubrir las necesidades básicas (hecho que deja el tiempo bastante comprimido de ocupaciones y la cabeza hiperactiva) por lo que consecuentemente nos dificulta establecer un silencio des de el que pueda emerger una conexón real contigo mismo. Pero es posible, pero para ello hay que meterle valor, locura y hacer un giro brusco al timón sin pensarlo excesivamente aunque suene disruptivo total. Y sino , aprovecharse de los baches y cataclismos vitales que derrumban estructuras de vida para dejar espacio a hacer lo que quieres hacer. Y ahí, ante el abismo de lo desconocido, es cuando el mundo se vuelve mágico.

OJO, que no digo que seguir los rumbos del corazón sea un tobogán de facilidades, pero si un trampolín hacia el EQUILIBRIO PERSONAL: aparece coherencia , tranquilidad, autoamor y consecuentemente colaboración externa. Pero hay que ser realistas y saber que también habrán momentos de lucha interna y se atravesarán momentos dónde la transición se va a sentir incómoda de narices, porqué no hay rumbos fijos ni garantías lógicas, solo un profundo convencimiento de que ESO QUE HAS ELEGIDO ES LO QUE QUIERES HACER.

Lo que sucede en el momento que eliges escuchar tu corazón es que, una vez tomada la decisión, las voces mentales se callan y pasa a establecerse mucha coherencia interna: lo que sientes-piensas-haces estarán en profunda harmonía, por lo que todo tu ser experimentará una paz vibrante. Habrá inquietudes sobre cómo dar soluciones prácticas a eventos del mundo de las formas , pero por lo demás , hay mucha, mucha paz.

Qué vendrá y cómo será lo que nos espera no lo sé. Lo que sí sé es que se debe intentar. Primero porqué ese es el camino , y segundo, porque la opción A ya la hemos probado… y aún nos queda todo el abecedario de posibilidades por probar.

Si quieres más apoyo a estas teorías, te invito a que visites los posts de

Te mando mucha fuerza si estás ante las puertas del cambio y decirte:

¡¡ATRÉVETE!! LA VIDA ESTÁ CONTIGO! Yo sigo viva y han pasado casi 6 años desde que rompí con mi vínculo empresarial. Así que mayor prueba de ello, mi ejemplo.

Carolina Muscatelo

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